Mihaela Radulescu/04.04.19
Toda imagen es parte de la cultura de la cual emerge, con la cual establece vínculos contextuales e interacciones que determinan la generación de sentido en la situación de lectura de la imagen (a partir de los signos que conforman la gramática de la imagen ) y de significación en el acto de recepción ( en el cual el observador proyecta hacia la interpretación de la imagen y de su situación de lectura su propia personalidad, cultura y memoria). La cultura presenta varios contextos con los cuales relacionarse ( del artista, sociocultural, estético, temático, etc) comenzando con el contexto dialógico que reúne al creador y al receptor en una relación ficticia instalada en la imagen, una situación de enunciación donde los que dialogan son las dos instancias internalizadas, el enunciador y el enunciatario.
Profundizar en el diálogo entre la imagen y su observador implica en primer lugar analizar la situación de enunciación y tratar de identificar e interpretar el vínculo interno que se establece entre la instancia de creación de la imagen a través del enunciador y el perfil considerado de la instancia de recepción, a través del enunciatario. El vínculo entre enunciador y enunciatario se basa en un conjunto de elementos a partir de los cuales se instalan en la situación de lectura los efectos de sentido. Son elementos destinados a sustentar y facilitar el diálogo y las demás interacciones contextuales.
Lo primero que ocurre es la apelación. La imagen debe llamar la atención del observador e implicarlo a través de la mirada, de las ideas, de las emociones para poder sustentar una comunicación prolongada y eficaz, capaz de instalar la imagen en la memoria del observador y predisponerlo a reflexiones y reacciones. La imagen enuncia y dialoga con este fin. Las estructuras dialógicas de la imagen forman una red de elementos inmersos en la gramática del texto y que han sido seleccionados y combinados con una intención comunicativa basada en la futura y posible interacción entre la imagen y el receptor de la imagen. Son construcciones morfosintácticas con una semántica compartida, capaces de estimular el diálogo en torno a los significados y sentidos de la imagen.
Cristina Planas: “Así sea”
La interpretación prevista en el acto de recepción es la meta del proyecto dialógico y se hace en los siguientes niveles: la relación que la imagen tiene con la realidad a través de la representación; las huellas que el contexto de producción ha dejado en la imagen a través de la enunciación, que informa sobre el estatus de la imagen como intención, fundamentos, identidad, propósitos, modo de dialogar y comunicar.
Cristina Planas: “El gallinazo y su potente vuelo contra la corrupción”.
“Como un símbolo contra las malas prácticas que contra la ética se utilizan en diversas instituciones principalmente estatales, la artista plástica Cristina Planas presentó el último jueves en el local céntrico de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) su escultura titulada “El gallinazo y su potente vuelo contra la corrupción”. Coincidentemente la obra artística que representa a San Francisco de Asís con un dedo levantado a un costado del ave, fue ubicada en una equina del centro cultural de la Av. Abancay, frente al Ministerio Público…Planas dijo que se le podría denominar reciclador social “por comerse la corrupción y la falta de valores y que el santo de la ecología señala los conglomerados de la corrupción”.( Denis Merino; http://diariouno.pe/gallinazos-contra-la-corrupcion/)
La imagen, con sus características de enunciado enunciado hace actuar su gramática para producir los efectos de sentido en el acto de recepción. La enunciación enunciada está inmersa en la gramática, a través de decisiones referenciales, compositivas y estéticas, que se remiten al funcionamiento de un diálogo a través de estructuras participativas de reconocimiento, comprensión, interpretación, adhesión.
En el acto de recepción se producen los efectos de percepción (la llamada de la atención, la retención de la mirada, el impacto plástico y el reconocimiento de los elementos icónicos); efectos cognitivos (comprensión e interpretación de la composición visual); efectos emotivos (las emociones que la imagen despierta y por medio de las cuales se implica emocionalmente el receptor); y efectos sociales (los efectos que proponen los valores de consumo de la imagen).
Cristina Planas: “La migración de los santos”. https://burbujasreloaded.com/2008/10/12/cristina-planas-todos-somos-unos-migrantes/
La imagen desarrolla en el proceso de enunciación una identidad, como parte de un propósito comunicativo. La identidad de la imagen se basa en la red referencial, además de las estructuras compositiva y estética, ampliándola a un planteamiento intertextual.
El intertexto está compuesto por otras imágenes donde se plantea el tema o el tratamiento de la imagen intertextual. Es dialógico en varias dimensiones : entre la imagen construida e imágenes fuente; entre la cultura presente y la cultura evocada a través de los elementos incorporados; entre la imagen y el receptor que, al mismo tiempo, se remite a las imágenes y culturas fuente para desarrollar sus diálogos personales con sus significados. Con la intertextualidad los vínculos con la cultura se amplifican.
Cristina Planas: “Así sea”
La intertextualidad establece una red explícita de referencias con otros macrosignos, con intercambio de valores simbólicos y funciona como un recurso de interactividad que motiva y fundamenta la interpretación del observador.
Cristina Planas: La migración de los santos
Las intertextualidades permiten no sólo el enriquecimiento con referentes que traen su propia representación / significación, sino también el enriquecimiento de la significación de la obra resultante, por incluir un diálogo con otra obra y a través de ella con otra cultura.
El intertexto asegura el vínculo con varios contextos, sobre todo cuando el receptor encuentra en la imagen las huellas de otra imagen o texto, que conoce y, eventualmente, aprecia. De este modo, la imagen puede contar con una base ya existente en la memoria del receptor, puede construirse como algo nuevo con respecto a lo ya conocido, o puede alimentarse de los valores de la imagen o del texto cuyas huellas incluye. El intertexto asegura la comunicación y facilita la continuidad cultural; además, el juego con la imagen estimula la creatividad.
El enfoque intertextual activa también diálogos interculturales, por ejemplo el diálogo entre lo local con lo global. En la apropiación de signos culturales, con su propia trayectoria de significación, para la producción del macrosigno de la imagen, se producen transformaciones de mayor o menor proporción en la representación y a la significación. El reciclaje procede a conservar constantes e introducir diferencias.
¿Cómo puede abordarse la intertextualidad en la obra escultórica de Cristina Planas?
Ver: El cuerpo femenino en la escultura peruana hecha por mujeres (1990-2010): representaciones sociales sobre clase, raza y sexualidad
Seminario de Arte 
Cristina Planas establece una relación entre el tema de su escultura con referencias de la cultura popular peruana y al mismo tiempo estas piezas están cargadas de una crítica usualmente política. El resultado, al presentar elementos tan identificables, definitivamente crea un diálogo entre pieza y espectador, quien de todas maneras va a sentirse identificado con los símbolos presentes en la obra. Sobre todo podemos observar este fenómeno en «La migración de los Santos», en donde los símbolos presentes son familiares y al mismo tiempo están tratados de una manera distinta, que nos invita a replantear su significado.
Basándonos principalmente en «La migración de los Santos» y «El gallinazo y su potente vuelo contra la corrupción» puedo decir que la intertextualidad en la obra de Cristina Planas se puede ver en cómo relaciona los elementos de corte tradicionalista, religioso y popular con lo moderno y lo sensacionalista; quizá buscando que el espectador se identifique con alguna de estas cosas y pueda conocer un poco de las otras restantes y así poder demostrar la riqueza creativa de sus obras.
La intertextualidad en la obra escultorica de la artista Cristina Planas sustenta sus bases en una relación historico-popular de la sociedad peruana, una visión entre el pasado y el presente, remarcando elementos característicos de nuestra ciudadanía, religión y patria, con una aplicación reflexiva y de identidad hacia el espectador.
Por ejemplo, en el caso de la obra «El gallinazo y su potente vuelo contra la corrupción», el público general, por la asociación católica, puede identificar al santo, así como al gallinazo; uno, símbolo religioso, y el otro, referente alegado a Lima. Llama la atención dicha asociación, y más aún al público sin conocimiento de dichos personajes, generando así, una duda e interés hacia la obra.
En el caso de la serie «La migración de los santos», la asociación temática es mucho más clara, parte de elementos de la cultura peruana precolombina, popular y actual, con incorporación de imágenes religiosas instauradas a través de la Conquista. Entrelaza dos culturas, dos visiones propias, donde busca la identidad del público, para partir hacia la reflexión y el replanteamiento, como aquella frase que define la historia: conocer el pasado, para entender el presente y proyectar el futuro.
La intertextualidad en la obra de Cristina Planas se ve reflejada en la utilización de imágenes reconocibles por el público local (santos peruanos, iconografía prehispanica) que a su vez están cargados de una fuerte crítica social. Es evidente esta intertextualidad en piezas como las de ‘Así sea’ donde el uso de referentes propios del imaginario religioso están usados para representar más que solo la cosmovisión católica y nos permiten explorar temas como la violencia, la corrupción y la muerte tan presentes en nuestro país a través de estas.
Las obras de la artista Cristina Planas aborda y utiliza un fuerte vínculo entre lo político y lo religioso, dos ámbitos que han marcado y marcan nuestro contexto sociocultural peruano fuertemente. Sus signos nos remiten a épocas de guerras que han calado fuertemente en el imaginario peruano y los combinan con lo religioso en su representación de nuestros santos (y personajes) populares como Santa Rosa de Lima y Sarita Colonia. Este vínculo tan cercano e identificable por los peruanos hace que sus obras se vuelvan personales al observador, podría llegar a lograr que el observador se conecte con el sentido de cada pieza y llegue a reconocer cada uno de los elementos y su simbolismo utilizado por la artista.
En las obras escultóricas de la artista Cristina Planas observaremos la intertextualidad en elementos religiosos y elementos cotidianos de la ciudad. En primer aspecto, los santos están representados con una aureola y una frase que sale de su boca, además de agregar elementos modernos. Por ejemplo, la escultura de Sarita Colonia, se observará el macrosigno; empleando en la parte central carteles con letras de brillantes colores, ecovando a los grupos chicha y este a su vez se cierra en un fondo con la forma de una combi u otro medio de transporte, que comúnmente tienen dibujos y frases. Finalmente, la artista propone la transitoriedad de estas personas que se convirtieron posteriormente en santos, al representarlos más humanos y cercanos a nosotros.
La curiosa interconexión de la realidad social y el arte en la actualidad nos ha dado un abanico de vertientes analíticas, éstas se ven reflejadas no solo en las galerías sino también expustas en un espacio público. El uso de símbolos cotidianos que nos muestra el trabajo de Cristina Planas es un ejemplo de la búsqueda del diálogo entre el espectador y la obra, traer símbolos religiosos nos remiten a nuestros referentes más frecuentes como limeños. La religión continúa proporcionando el único modelo aceptado en general para celebrar los grandes ritos de la vida humana, desde el nacimiento a la muerte. Nadie es ajeno a estos símbolos y por más que exista una interpretación en cada espectador, todos sabremos que la primera impresión frente a la obra es una impresión colectiva porque la artista logra conectarnos al inicio y luego darnos la tarea de descifrar e interpretar la obra a nuestra manera en base a nuestros conocimientos o vivencias.
La obra de Cristina Planas es una intertextualidad cargada de símbolos, donde la significación cultural dialoga en la obra misma con puntos complementarios y opuestos, como la cultura pop estadounidense y la cultura chicha peruana, la iconográgfia católica y la clásica, por ejemplo, de la cultura pop toma las viñetas a manera de cómic que utiliza en su escultura de Santa Rosa, mientras que para otra de sus obras, coloca de fondo los carteles de presentaciones de música chicha peruana; respecto a la iconográfia es claramente católica el uso de la virgen o la trinidad, entre otros santos y lo clásico se ve presente en la desnudes de sus cuerpos que el canon griego tan presente en sus esculturas a tamaño real. Toda su obra es una conversación constante con la forma y su esencia, que parece ser recargada a propósito para generar un sentido de abarrotamiento o exceso de impacto visual, así mismo podemos abordar la intertextualidad en su obra, mediante una denuncia social acerca de lo bombardeados de imagines que estamos hoy en día y a su vez una forma de demostrar como somos un pueblo multifacetico, pluricultural y en esencia la obra de Planas es una espejo del sentido de ser peruano.
Símbolos, formas y conceptos abundan en la consciencia humana de cada cultura, y la nuestra en especial recibe en el subconsciente una mayor diversidad de estos modelos gracias al conjunto de tradiciones provenientes de distintas partes del país que se unen como una cultura popular. Estos elementos son reconocidos por Cristina Planas y aplicados en sus obras para genera una conexión más ligera y directa a la del espectador de a pie quien abigarrado de estos símbolos desde la infancia, comprende con mayor facilidad la intencionalidad de la artista.
Ella plantea, a través de elementos de carácter tradicional, religioso y popular, una denuncia política a distintos campos del gobierno como la iglesia el mando legislativo e incluso el judicial. Con obras como «El gallinazo y su potente vuelo contra la corrupción» que se expone en la Biblioteca Pública de Lima, en una calle tan transitada como la Avenida Abancay, y con receptores como la gente de clase media que abundan en el país; demuestra que el arte puede lograr su cometido utilizando los elementos adecuados para el público referido. El caminante no solo va a recibir la obra como algo estético sino también con su propósito inicial, generando gracia o indignación, pero recibiendo la denuncia ante los abusos del gobierno.
La obra de Cristina Planas está cargada de referentes no solo artísticos, sino también relacionados a la cultura visual de sus principales receptores, los peruanos. La intertextualidad se presenta de esta forma, a través de los diferentes ángulos de lectura que se le puede dar a sus obras. El gallinazo y su potente vuelo contra la corrupción es un excelente ejemplo de esta intertextualidad. La intalación presenta un ave que se encuentra en toda la capital, sobretodo en las zonas de bajos recursos. La presencia del santo que se sostiene del cuello del gallinazo se relaciona con la intensa religiosidad que se vive en el Perú. Probablemente el elemento que permite la interpretación más importante es la ubicación de la instalación. La obra se encontraba en el techo de la Biblioteca Nacional, ubicada en la Av. Abancay, una de las más transitadas en la ciudad. Sin embargo, la biblioteca se encuentra justo al frente del Ministerio Público, cuya función principal es la defensa de la legalidad. Es probable que la interacción con el peatón haya sido complicada debido a la falta de conocimiento acerca de la instalación.
En la obra de la artsita Cristina Planas, la intertextualidad se puede abordar mediante los símbolos y formas a los que recurre cuando realiza obras como estas, y es que los elementos que toma para mostrar en sus obras, forman parte de un imaginario colectivo que gran cantidad de peruanos tiene. Uno en el que ciertos animales y figuras religiosas tienen un valor e identidad ya otorgados, como lo son las vírgenes y el gallinazo, cada uno con una etiqueta distinta de lo que vienen a representar.
Pero qué sucede cuando conjugas elementos de nuestro presente con otros que ya tienen un significado propio, cómo asocio ambos y qué es lo que me quiere decir. Esto se responderá cuando la ubicación se haya identificado y el contexto ante el cual es presentada cada obra.Como veremos en su escultura “El gallinazo y su potente vuelo contra la corrupción” que se colocó sobre la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) a modo de manifiesto que refleja un deseo, que es que la corrupción ya no tenga cabida en instituciones del Estado como lo es el Ministerio Público, que fue al frente de este que se implantó la obra.